“La felicidad es un estado más íntimo del hombre que tiene que ver con la realización de su espíritu y de su intelecto.”
Una pregunta que me he hecho algunas veces cuando estoy en “alta impedancia”1 es si el conocimiento te hace feliz o lo contrario, es que veo a veces a gente tan pobre tan feliz, fuera de preocupaciones, viven al día, no se preocupan de nada y su educación es la mínima.
Es un de las preguntas que mas me hago cuando dedicado demasiado tiempo al estudio o siento que saber mas me preocupa mas.
Así que decidí hacer uso de las herramientas sociales y mi elección fue “Preguntas de Facebook” por ser la red donde tengo mas amigos.
La pregunta fue: ¿Es mas feliz una persona culta o una ignorante?
Pedí que justificaran su respuesta en los comentarios, puse tres opciones: La persona cultas, La persona Ignorante, Las dos (sin posibilidad de agregar otra respuesta) y estos fueron los resultados:
Por un voto gano “La persona ignorante” a “Las dos” y muy por debajo quedo “La persona culta”
A continuación les dejo las justificaciones que dieron a sus respuestas y pequeños fragmentos de un articulo que leí hace poco llamado “El conocimiento y la felicidad” By Antonio Acevedo Linares, espero les guste y le ayude en su camino en la felicidad.
El filósofo inglés John Stuart Mill afirmaba que la dignidad del ser humano está en nuestra inclinación al conocimiento, la satisfacción de los deseos intelectuales, y que no debemos renunciar a este tipo de placer, aunque parezca que no nos hace tan felices como la permanencia en la ignorancia, ya que la felicidad que nos depara, no siendo igualmente intensa, puede calificarse como más humana, y con esto no pretende insinuar que haya hombres que sean más que otros o más digno de serlo por el mero hecho de saber más. Como seres humanos que somos, dice Mill, deberíamos renunciar al cúmulo de placeres primarios por los intelectuales, pues aún siendo estos más difíciles de satisfacer y más lenta su culminación, son beneficiosos, según el principio de utilidad, por otorgar una felicidad mayor.
El conocimiento, que epistemológicamente tiene su origen cuando el sujeto se relaciona con el objeto, obteniendo imágenes que se convierten en ideas, es una aventura del pensamiento que produce felicidad porque es la búsqueda por explicarnos el mundo y las cosas, por más dolorosas o injustas que ellas sean. Sin embargo, el conocimiento también produce dolor porque pronto descubrimos que vivimos en un mundo injusto y duro, pero la aventura de pensar también tiene sus momentos de felicidad, aunque a veces nos vuelva un poco amargos, escépticos o pesimistas. La educación superior, no obstante, debe estar dirigida a que el conocimiento nos vuelva más felices, sin perder el espíritu crítico. El conocimiento puede contribuir a la felicidad humana porque nos hace más sabios de las cosas, nos hace entender mejor el mundo y su contradicciones y, como se ha concebido desde siempre, el conocimiento es poder, pero no un poder para explotar o esclavizar al otro, sino para liberar y fortalecer la condición humana. El conocimiento debe formar seres humanos, personas y no déspotas ilustrados. El hombre es hombre gracias al conocimiento que determina su condición humana.
El conocimiento afianza una recuperación de la dignidad del hombre y de sus valores porque lo sitúa en su condición humana para hacerlo más feliz, si es una educación verdadera, y cuando es verdadera no permite que el hombre caiga en la trampa del consumismo que pretende vendernos la felicidad en cómodas cuotas mensuales cuando adquirimos un auto o un artefacto eléctrico. La educación superior no puede dar clases de cómo ser feliz, en ninguna universidad se enseña a ser feliz, pero el conocimiento tiene la virtud, cuando se interioriza con lucidez, de hacernos felices como una defensa contra las ofensas de la vida
No obstante, el conocimiento también tiene sus déspotas ilustrados, individuos que pasaron por la universidad pero la universidad nunca paso por ellos, y el conocimiento los dejó igual o peor. La máxima virtud del conocimiento no es, sin embargo, la felicidad sino salvarnos del autoritarismo que son las expresiones propias de la mediocridad. La ideologización del conocimiento crea las dictaduras y fomenta los sectarismos.
La búsqueda de la felicidad es una búsqueda permanente del hombre, aunque a veces nos extraviamos en esa búsqueda porque creemos encontrarla en las cosas más superficiales o banales, sin saber que está a nuestro alcance también en el conocimiento que tiene el saber, porque no hemos hecho del conocimiento nuestro proyecto de vida, y hacer del conocimiento nuestro proyecto de vida es una de las facultades de la lucidez.
La felicidad que el conocimiento nos propicia tiene la virtud de hacernos sentir más seguros de nosotros mismos, de no sentirnos indefensos frente a la vida, en tanto que un hombre sin conocimientos es un hombre indefenso que no tiene cómo hacerle frente.
El físico y cosmólogo Stephen Hawking ha afirmado que el gran enemigo del conocimiento no es la ignorancia, sino la ilusión del conocimiento, esto quiere decir que mientras no se cree un conocimiento verdadero no alcanzaremos tampoco una felicidad verdadera, y viviremos en la ilusión de un conocimiento que no nos sirve para la vida, y menos aún para la felicidad.
Para concluir creo que la felicidad esta en el conocimiento de ti mismo y no solo el mundo que te rodea.
Gracias a todos por sus cometarios y contestar.
1 Estado del ingeniero o persona en el cual esta relax en su cama o algún lugar descansando. Sin preocupaciones o algo que lo altere, podría decirse en un estado stanby. “Diccionario de la Real Academia de Electrónica”, Fco. Javier Villalobos Piña, 2010.
Fuentes:
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